EL POZO
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"Pozo" Ilustración de arte menstrual y acuarela de @Hadalunaria |
Desde que empezó el confinamiento, comencé a escribir unas crónicas al centro de mí misma en las historias de
mi Instagram (@hadalunaria).
En ese momento
quería creerme que serían quince días…aunque en el fondo todxs sabíamos que
sería más…pero me resistía a hacerlo una realidad en mi mente. Realidad que se
ha ido imponiendo.
Ese diario, cuyas páginas publico diariamente y a las que he
llamado “CORONA-VERSOS”, me sirven para volcar lo
que cada día recojo del POZO.
Vivo
con un enrome gato rubio en un piso con balconcito donde nunca da el sol, todas
mis ventanas dan al norte.
Lo bueno es que en los días despejados se ve la
sierra de Madrid. Y eso permite que mi imaginación vuele y se sienta libre.
No tengo contacto con más humanos que lxs cajerxs del súper,
vecinos que veo salir con los perros cuando voy a tirar la basura o a través de
la pantalla en las vídeollamadas.
Me están costando estos días porque le he tenido que explicar muchas veces a mi CUERPO que no puede
salir a correr al parque, que de momento no puede ir a bailar lindy hop ni
salsa con otras personas ni puede abrazar ni sentir otra piel.
Están siendo duros porque recibo muchas malas noticias de
personas cercanas. Y porque mi piel es muy porosa para las emociones y se me
cuela el dolor que hay en el ambiente…y toca explicarle
a mi CORAZÓN que, en la vida en la Tierra, la muerte existe, y es parte
de ella.
Por eso, para que mi ALMA se
recargue cada día, voy al POZO, saco ese agua
que me nutre, recuerdo todos los aprendizajes que he ido haciendo en los
momentos difíciles de mi vida, y noto que revivo.
María Cuadrado